miércoles, 14 de febrero de 2018

Recorrido profesional.


Miércoles, 14 de Febrero del 2018

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    Buenas noches MIRÍADAX, soy Rebeca Esperanza Enríquez Tufiño, estudié en el Colegio Manuela Cañizares, realicé un pregrado en Psicología Educativa en la Universidad Central del Ecuador, luego un Posgrado en Educación Parvularia en la Universidad Tecnológica Indoamérica de la ciudad de Quito.

    Trabajé en la escuela particular Santa Catalina Labouré y actualmente en la Unidad Educativa Charles Spurgeon de  la Parroquia de Pifo, ciudad de Quito, soy maestra del Preparatoria o Primer Grado de Educación General Básica.

    Mi experiencia con las Tic ha sido muy positiva, pues han servido para apoyar el aprendizaje, el conocimiento y el desarrollo de destrezas en mis estudiantes.
    
    Una de mis expectativas respecto al curso es aplicar la metodología de aulas invertidas en el proceso de enseñanza aprendizaje, e ir innovando la práctica pedagógica.
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sábado, 13 de octubre de 2012

Niños aprenden de tecnología más rápido que otras habilidades

Niños aprenden de tecnología más rápido que otras habilidades

Una encuesta dice que aprenden a usar un teléfono antes que andar en bicicleta o nadar.

Por todos es sabido que las nuevas generaciones -o nativos digitales- son mucho más apegadas al mundo de la tecnología que sus padres o parientes más lejanos, pero según una encuesta realizada por la firma de seguridad AVG, los niños de ahora están aprendiendo habilidades computaciones mucho antes que las de la "vida real".
El estudio, realizado a 2.200 madres con acceso a internet de países como Estados Unidos, Japón, Australia, Francia y España, dio a conocer cifras interesantes.
Por ejemplo, el 19% de los niños entre 2 a 5 años pueden tomar un smartphone y acceder a la aplicación que quieres, pero sólo el 9% sabe atar los cordones de sus zapatos, mientras que el 25% de los infantes del mismo rango de edad puede identificar y abrir el navegador de internet, comparado con el 20% que puede nadar sin ayuda.
Y mientras el 58% de los pequeños sabe cómo operar un videojuego, sólo un 43% ha aprendido a andar en bicicleta. Este fenómeno, explica la encuesta, tendría que ver mucho con la edad de los padres, ya que también destacó que los hijos de padres con más edad suelen desarrollar primero sus habilidades personales antes que las digitales.
Así se señala que mientras el 40% de los hijos de madres sobre 35 años saben escribir su nombre antes de los 5 años, este porcentaje cae a 35% cuando los padres son menores de 34. También se descubrió que los niños de Australia y EE.UU. son los que más saben operar un tablet.

TECNOLOGIAS DE INFORMACION Y COMUNICACIÓN: Los niños y la tecnología: las nuevas reglas de la seguridad en línea

Establecer reglas, como horarios, tiempos y lugares para el uso de dispositivos son necesarios para vigilar el acceso de los niños a internet (Getty Images).
Entre los smartphones, las redes sociales, las tabletas y los sistemas de videojuegos en línea, las familias actuales están más conectadas que nunca. Aunado a ello están las escuelas, bibliotecas y otras organizaciones que aumentan el despliegue de programas que se dedican a ensalzar las virtudes de la tecnología.
Con la rápida llegada de las nuevas tecnologías, cometemos el error de hacer muy poco para preparar a los niños y a los adultos para la vida en el mundo inalámbrico.
Más de 7.5 millones de niños menores de 13 años tienen Facebook, lo que viola los términos de uso de la red social, de acuerdo con Consumer Reports. De éstos, más de 5 millones tienen 10 años o menos. Incluso muchos padres mienten para ayudar a los menores de edad a unirse al servicio.
Más del 91% de los niños juegan videojuegos, pero son los del segmento de entre 2 y 5 años los que ha registrado un mayor crecimiento desde 2009, según la agencia de investigación de mercados NPD Group. Muy cerca de ellos están las chicas y los adolescentes, gracias al crecimiento de los teléfonos inteligentes y de las tabletas.
El proveedor de seguridad en línea McAfee indica que los sitios de música, películas y de descargas en línea son una fuente importante de potenciales peligros para los niños.
Todavía más preocupante, su rival Norton afirma que los niños pasan más de 1.6 horas diarias en línea y el 62% de ellos ya tuvo una experiencia negativa, pero sólo el 45% de los padres está consciente.
Es larga la lista de hechos y cifras aterradoras, por no hablar de la violación a tu privacidad que muestra el video viral Take this Lollipop, un film interactivo de terror sobre tu perfil de Facebook.
Los expertos intentan definir las reglas de etiqueta y de conducta apropiada en un mundo siempre conectado.
Para los padres que esperan devolver un poco de equilibrio y racionalidad al estilo de vida del siglo XXI, cada vez más digital, aquí presentamos unas reglas sencillas que pueden ayudar.
1. Edúcate
Repite la siguiente frase cuantas veces sea necesario hasta que la entiendas completamente: La tarea no es sólo para los niños.
Docenas de nuevos servicios, aplicaciones, juegos, gadgets y sitios en línea se lanzan cada semana, todos ellos con una gran cantidad de opciones para conectar, comunicar e interactuar o compartir información. Otras plataformas y dispositivos ya existentes se perfeccionan y se actualizan continuamente.
Ante el desconocimiento de todo esto, los adultos suelen prohibir, bloquear o ignorar los nuevos desarrollos. Pero funciona mejor si padres e hijos aprenden sobre estos productos; así estarán mejor preparados para tomar decisiones asertivas.
Presta atención a los temas de alta tecnología que le interesan al niño. El diálogo informado, constructivo y la curiosidad genuina de los padres sobre la tecnología le muestran a los hijos que sus padres se interesan en las actividades importantes para ellos.
2. Aprovecha las herramientas que existen
Una gran variedad de recursos útiles para supervisar los resultados de búsqueda y uso de la red están disponibles en todas las plataformas, como las aplicaciones Net Nanny y Web Watcher.
Los sistemas operativos como el OS X Lion de Apple y Windows 7; dispositivo como el iPhone y la iPad y las consolas de videojuegos (por ejemplo, PlayStation 3, Wii y Xbox 360) ofrecen control parental integrado, (un software con contraseña opcional para regular el acceso a un contenido en específico o incluso al mismo hardware, para una edad apropiada, la conectividad en internet, los horarios preestablecidos y para limitar su uso.)
Muchos programas de software y mundos virtuales vienen con alertas de edad y opciones integradas para bloquear el acceso a internet, limitar la socialización únicamente a las listas de amigos aprobados, y eliminar automáticamente el lenguaje soez o limitar la interactividad solo a actividades destinadas para niños.
Todos ofrecen bloqueos a las compras en línea, al material inapropiado y para vigilar la forma y el momento en que los niños están en línea.
Sin embargo, utilizar las herramientas como guardianes son insuficientes, ya que los pequeños con iniciativa a menudo pueden esquivar las restricciones, como utilizar lenguaje en código para comunicarse con otras personas o acceder a contenido cuestionable en las casas de amigos con padres más liberales.
Es vital que pruebes personalmente los productos y los medios. Habla de los peligros con tus hijos y trata de mantener una plática continua con los ellos acerca de la actividad en internet.
Para evitar enormes cuentas por descargas, hay que enseñarle a los niños cómo funcionan las compras en línea, utiliza dispositivos móviles con funciones integradas para bloquear compras y monitorear regularmente la tarjeta de crédito y los estados de cuenta. Es importante fomentar un ambiente familiar de apoyo en donde los niños se sientan libres para hablar de cualquier cosa cuestionable o inquietante que se encuentren en línea.
Los padres pueden, y deben, ser un escudo contra las influencias negativas y las amistades peligrosas. En lugar de intentar construir muros en contra del mundo exterior, que fácilmente se pueden brincar (o tal vez romperse bajo presión), es mejor crear un mapa con rutas más positivas por medio de un conocimiento informado y sugerencias.
3. Establece y cumple los límites
Mantén las pantallas fuera de las habitaciones de los niños. Las computadoras, los sistemas de videojuegos y otros dispositivos con conexión deben estar en áreas comunes. Con ello te mantienes al tanto de la actividad en línea; estás presente cuando se usan los dispositivos y puedes supervisar el tiempo de juego y evitar que los niños entren a internet a escondidas para jugar World of Warcraft a las tres de la mañana entre semana.
Establece y negocia las reglas de la casa en lo que se refiere a los contenidos apropiados, cuándo y cómo se pueden utilizar los dispositivos y las horas y momentos cuando el uso de los aparatos está prohibido, como en la cena o el momento en que la familia convive.
La Academia Americana de Pediatría recomienda un máximo de dos horas por día en pantallas en general, incluyendo televisiones, tabletas, teléfono y otros dispositivos.
Algunos padres recomiendan que el tiempo que se pase delante de los juguetes de alta tecnología debe establecerse como un privilegio —una recompensa que debe ganarse por buena conducta o ayudar en las tareas de la casa— y no ser un derecho inalienable.
4. Mantén separados el mundo real y el virtual
La identidad verdadera y la de internet rara vez van de la mano. En Google+, Twitter o Facebook como en los mundos virtuales de multijugadores en línea como Free Realms o MapleStory, todo el mundo interpreta a un personaje.
No importa cuán auténticos parecen tus amigos virtuales; las mismas reglas de conducta y de etiqueta que se aplican en la interacción en cualquier espacio público, también se deben respetar en las áreas en línea.
Muchas relacindo real, más vale prevenir que lamentar. Con delincuentes adultos que fácilmente se pueden hacer pasar como inocentes niños de escuela o alegres adolescentes, nunca sabes quién es quién en un mar de llamativas fotografías de perfil o avatares de caricaturas en 3D.
La paranoia tiene sus recompensas: te protege contra el robo de identidad, el material inapropiado y los depredadores sexuales. Empieza comunicándote de forma abierta y honesta con tus hijos y enséñales acerca de los posibles peligros.
En sitios como ConnectSafely.org, WiredKids.org y SafeKids.com ofrecen puntos de inicio para hablar sobre los posibles peligros que hay en las redes sociales, los mensajes instantáneos y el mundo en línea.
5. Apréndete las reglas básicas
  • Nunca publiques en línea información personal como nombre, dirección, ciudad donde vives, cumpleaños, escuela o número telefónico.
  • Nunca subas fotos o videos tuyos a internet o a un servicio en línea donde puedan verlos personas que no conoces personalmente.
  • Nunca informes en línea dónde te encuentras actualmente, a dónde te diriges pronto, o cuándo y a dónde vas a ir de vacaciones.
  • No descargues fotografías, no hagas clic en archivos adjuntos de correos electrónicos ni visites enlaces de páginas que no solicitaste.
  • Muéstrate escéptico de los correos de tus amigos que contengan títulos sospechosos o que lleguen sin previo aviso.
  • Toma todo con reserva y muéstrate escéptico de que lo que se dice en línea es la verdad. Evita reuniones frente a frente con personas que conociste en línea sin la supervisión de alguien, e incluso así, debes tener cuidado con los posibles contactos en el mundo real.
  • Los niños que son víctimas del ciberbullying y acoso corren un riesgo especial. Se les recomienda no responder o ridiculizar a los agresores, y en lugar de eliminarlos, guardar la evidencia de todas las comunicaciones inquietantes en beneficio de una eventual acción legal.
6. Actúa
Los padres son responsables de vigilar las señales de alerta tanto del ciberbullying como de la adicción a internet.
Si tu hijo muestra señales de cualquier problema, no vaciles; monitorea sus patrones de conducta, mantén notas detalladas y no dudes en buscar la ayuda de profesionales calificados cuando se necesite.
Profesionales de la salud, de centros de tratamiento y de departamentos de policía, trabajan activamente para atender esas preocupaciones y están dispuestos a ayudar si surgen problemas.
Los padres y los hijos simplemente necesitan conocer los peligros de los que deben estar atentos y aprender las nuevas reglas del juego.
ones profundas se pueden forjar en línea, y prohibir por completo el acceso a internet podría robar a los niños la exposición a una gran cantidad de personas y de influencias enriquecedoras.
Pero como en el mu

miércoles, 10 de octubre de 2012

LA AGRESIVIDAD: qué hacer cuando los niños golpean, muerden y son agresivos con los demás en el blogCaptura de ...



Por qué se portan así

Aunque el comportamiento agresivo de tu niño pequeño te asombre (a ti y a quienes lo observen), es importante que sepas que es parte de su desarrollo normal. De los 12 meses a los 3 años, los niños todavía están desarrollando sus habilidades lingüísticas, tienen un fuerte deseo de hacerse independientes, y a la vez no poseen aún la capacidad de controlar sus impulsos, por eso son tan susceptibles a reaccionar físicamente. Un cierto grado de agresiones a través de golpes y mordiscos es completamente normal en los niños pequeños. Pero eso no significa que debas ignorar esas actitudes. Puedes y debes explicarle a tu hijito que los comportamientos agresivos son inaceptables, y enseñarle otras formas de expresar sus sentimientos.

Qué hacer

Responde con consecuencias lógicas. Si tu hijo empieza a tirarles arena o juguetes a otros niños en el parque, apártalo, siéntalo a tu lado y explícale que podrá volver a participar cuando esté listo para jugar sin hacer daño a otros niños. No trates de razonar con tu niño preguntándole cómo se sentiría él si alguien le tirara un juguete o arena. A esta edad, los niños todavía no tienen la madurez cognitiva necesaria para ponerse en el lugar de otras personas, o cambiar su comportamiento basándose en la razón. Pero sí son capaces de entender que sus acciones tienen consecuencias.

Mantén la calma. Si le gritas, le pegas o le dices que es "malo", en lugar de refrenar su comportamiento, lo único que lograrás es enojarlo más y darle más ejemplos de cómo ser agresivo. Si, por otro lado, tu hijo observa cómo te controlas tú, ése será el primer paso para que aprenda a controlar su propio temperamento.

Impón límites claros. Procura responder inmediatamente siempre que tu hijo se ponga agresivo. No esperes a que pegue por tercera vez a su hermanito para decirle, "¡Ya basta!". Tu niño tiene que saber inmediatamente que ha hecho algo malo. Apártalo de esa situación conflictiva y castígalo dejándolo solo por unos minutos (a esta edad basta un minuto o dos). Ésta es la mejor manera de permitir que se tranquilice, y al cabo de un rato asociará su comportamiento a la consecuencia. O sea, se dará cuenta de que si golpea o muerde, termina solito.

Disciplínalo con constancia. Siempre que sea posible, responde a cada episodio de agresividad de la misma forma que lo hiciste la última vez. Al responder de forma predecible ("Has mordido otra vez a Miguel, eso significa que otra vez te tienes que sentar solito") enfatizas un patrón que tu hijo aprenderá a reconocer y a esperar. Con el tiempo entenderá que siempre que se porta mal lo castigan dejándolo un rato solo. Y no permitas que la vergüenza o el coraje haga que le grites o pierdas el control cuando tu niñito haga de las suyas en un lugar público. Recuerda que tienes que mantener la calma y reaccionar de manera constante y, además, todos los padres han pasado por estas situaciones. Si la gente mira, simplemente di algo como: "No es fácil tener un niño de 2 años", y luego castígalo como de costumbre.

Enséñale alternativas. Espera a que tu hijito esté más calmado, y háblale tranquilamente sobre lo que acaba de ocurrir. Pídele que te cuente qué pasó y enfatiza (¡en pocas palabras!) que es natural que se enoje, pero no está bien que lo demuestre pegando, pateando o mordiendo. Anímalo a encontrar una mejor manera de responder a sus sentimientos "con sus palabras" ("Pedro, ¡me estoy enojando!") o pidiendo a un adulto que le ayude.

Asegúrate que tu niñito entienda que tiene que pedir perdón tras haberle hecho daño a alguien. Aunque al principio no lo diga con sinceridad, poco a poco irá aprendiendo la lección. A esta edad, los fuertes impulsos de los niños a veces le ganan a su compasión natural, pero con el tiempo se acostumbrará a disculparse siempre que lastime a alguien.

Recompénsalo por su buen comportamiento. En lugar de darle tu atención sólo cuando se comporte mal, procura "pillarlo portándose bien". Cuando le pida a otro niño que le deje subirse un rato al columpio en lugar de empujarlo, elógialo por haber expresado verbalmente lo que quería ("¡Qué bien le pediste que te prestara el columpio!") y, con el tiempo, se dará cuenta del poder de sus palabras.

Limita su tiempo frente a la televisión. Los dibujos animados y otros programas diseñados para niños a menudo contienen muchos gritos, amenazas, empujones, y hasta golpes y puntapiés, a veces presentados como algo cómico. Selecciona de antemano los programas que le permitas ver, especialmente si tu hijito tiene propensión al comportamiento agresivo, y cuando le dejes verlos, siéntate a su lado y haz comentarios sobre las situaciones que se presenten: "Ese niñito tenía que haber pedido prestado el balón en lugar de quitárselo al otro de las manos, ¿no crees?". La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños menores de 2 años no vean nunca la televisión.

Proporciónale mucha actividad física. Seguramente te darás cuenta de que cuando tu niño no tiene la oportunidad de gastar su energía fuera de la casa, se vuelve un verdadero terror dentro de ella. Si tienes un niñito muy activo, permítele que corra, salte, haga volteretas, juegue a la pelota... de preferencia al aire libre, para que pueda gastar un poco de toda esa energía.

No temas buscar ayuda. A veces el coraje excesivo de los niños requiere más acción que la disciplina de los padres. Si tu niño parece comportarse agresivamente la mayor parte del tiempo, si parece asustar o molestar a otros niños, o si tus intentos de aliviar la situación no parecen tener mucho efecto, habla con el médico de tu hijito, quien te podría recomendar a un consejero o psicólogo infantil. Juntos podrán determinar la base del problema y ayudar a solucionarlo. Recuerda que tu hijito es todavía muy pequeño. Si procuras ayudarlo con paciencia y creatividad, es probable que pronto lo único que quede de sus tendencias combativas sea el recuerdo.
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lunes, 8 de octubre de 2012

Seguridad informatica



Seguridad informática en la PC de tu hogar
Los peligros a los que los niños están expuestos en Internet son muchas veces temas desconocidos para los padres.
Navegar en Internet se ha convertido en una de las opciones de entretenimiento más adoptadas por niños y adolescentes. Esta práctica, permite a los chicos no sólo compartir experiencias a través de la Web, sino que también los ayuda con las tareas educativas. Sin embargo, se observa que navegar en Internet es para los niños una experiencia solitaria. El rol del adulto muchas veces está desdibujado, y los chicos se hallan solos frente a un mar de contenidos e información que muchas veces puede exponerlos a situaciones riesgosas.
A pesar de que los padres suelen cuidar de sus hijos para que éstos no estén expuestos a situaciones riesgosas, por ejemplo fuera del hogar, donde pudieran tener contacto con desconocidos, se observa que esta preocupación no se extiende al uso de Internet. Los padres desconocen cuáles son los peligros más importantes existentes en la red, dejando por lo general al niño en una situación de navegación solitaria.
El paradigma de la tecnología de la información y su infinita oferta, así como la facilidad e instantaneidad en su acceso, nos informan claramente sobre una marcada distancia entre hijos y padres quienes vienen de una pretérita modalidad de comunicación.
Un estudio regional realizado por Symantec pone de manifiesto que existe en los padres una visión “beatificada” sobre sus hijos. En la mayoría de los casos pareciera que la virtualidad protegiera, en cierto modo, a los niños de las amenazas del mundo “real”.
Para que los padres pudieran, de forma eficaz, promover el uso seguro de Internet por sus hijos deberían tener necesariamente un buen conocimiento de las redes y sus posibilidades. Sin embargo, la investigación arroja un alto grado de desconocimiento por parte de los padres de las verdaderas amenazas a las que sus hijos están expuestos en la red. A la hora de indagar, solo se menciona superficialmente, el temor al tecnoautismo y en menor grado la pornografía, dejando sin mención de sospecha la pedofilia o exposición excesiva a publicidades maliciosas.
Tampoco parecen estar informados acerca de cómo detectar los contenidos potencialmente perjudiciales que circulan a diario en la red y no cuentan con la información necesaria sobre los mecanismos de protección existentes, tanto técnicos como legales.
Teniendo en cuenta la natural labilidad de estos niños, y los ajustes emocionales, correspondientes con su etapa evolutiva resulta paradójico que estos cuidados queden en cierto modo al libre albedrío de los mismos, y supeditados a su “buen criterio”. Esta mirada “light”, aparece más acentuada entre las madres, quienes refieren que el control se lo suponen a sus esposos, amparadas en el desconocimiento de la herramienta.
Por parte de los niños, se detecta una calificación que coloca a sus padres en un lugar “ingenuo”.
Esta ingenuidad se refuerza desde la falta de información de los padres en lo referente al tema, con lo cual la confianza otorgada responde verdaderamente a imposibilidad, a resignación, y finalmente a un anhelo de mantener a sus hijos en un estado de “candidez”.
Polarizando estas dimensiones de control, los niños -aunque difusamente- manifiestan conocer en mayor medida los mecanismos de protección, y -con bastante precisión- las estrategias para saltear la supervisión, si eventualmente la necesitaran, lo que acrecienta aún más la brecha.
Algunas cifras pueden ilustrar de manera más apropiada cuán expuestos están nuestros niños al conectarse de manera no protegida o supervisada a Internet:
- Los chicos utilizan la Red para hacer cosas que antes hacían fuera, como hablar con amigos (el 68 %), escuchar música (el 62 %), compartir música (50 %), leer artículos de diarios o revistas (36 %), reservar entradas (30 %) y comprar música (20 %). - El 34% de los jóvenes dice que ha “hackeado” a compañeros de escuela cuando éstos se han sentido molestados.
- El 44% de los menores se han sentido acosado por Internet. Las ofensas pueden tomar la forma de insultos por parte de otros internautas o de correos no solicitados con contenidos desagradables.
- El 14 % de los menores encuestados ha concertado una cita con un desconocido
- El 8% lo ha hecho en más de una ocasión.
- El 10% de estos jóvenes se presentaron solos a estas citas.
- El 30 % de los niños que navegan por Internet han sido acosados sexualmente
- El 94% de los menores accede directamente a Internet sin control de los padres
- El 35 % de los padres no toman como una preocupación que sus hijos entren solos a Internet
- El 46.8% de los padres establece que hay una especie de pacto implícito para que los chicos no entren a páginas peligrosas o poco confiables, aunque no establecieron parámetros de acceso
- El 92% de los padres desconoce cual es la clave de acceso a los programas de chateo de sus hijos
- Casi el 60% de los padres conoce la existencia de filtros para que sus hijos menores no accedan a sitios no deseados, pero el 74,7% de éstos no ha instalado ninguno en su hogar.
Según Dave Cole, experto en Seguridad Informática de Symantec, “los usuarios domésticos se han vuelto el foco del fraude, spyware y crimeware. A medida que los niños inclinan sus actividades hacia Internet, no todos los padres tienen un conocimiento de cómo protegerlos”. Cole agrega: “En cierta manera, Internet es como una puerta; cuando cruzas la puerta de tu casa, la cierras con llave, la vigilas, sabes quién entra y quién sale. Internet también es una puerta. Una puerta a barrios conocidos y barrios peligrosos, y a lugares donde los chicos interactúan con amigos, también con gente anónima y extraña. Es por eso que tenemos que desarrollar hábitos de uso claros para Internet. Los chicos en muchas ocasiones están técnicamente mas avanzados que los padres, tienen los conocimientos técnicos suficientes pero no tienen la experiencia que se requiere para protegerlos a sí mismos cuando están conectados.
La combinación de herramientas como el Norton Internet Security, junto con el desarrollo de hábitos de uso de Internet generados a través de la educación, permite restaurar la confianza para poder trabajar, jugar y compartir en un mundo conectado.”
Enseñar a tus hijos a nunca dar información personal cuando navegan en Internet; establecer directrices para mostrarles confianza; conocer los hábitos de navegación de tus hijos; enseñarles a nunca hablar con extraños cuando estén en línea; e instalar software para protegerlos y que no reciban correos electrónicos basura ofensivos, es parte de los hábitos que deben ser discutidos con los niños para evitar exponerlos a situaciones peligrosas.
La prevención no pasa por coartarles todo acceso a Internet, ni por prohibirles su uso. Lo importante es establecer pautas educativas claras para proteger las interacciones y restaurar la confianza para poder disfrutar de las posibilidades que brinda un mundo conectado.

LA TABLETA SE ABRE PASO EN LAS AULAS

Ana María Valencia. Redactora Domingo 07/10/2012

 Sus manos ya no se cansan al escribir y la tinta del esfero ya no traspasa las hojas del cuaderno. Angelimar Salas estudia a través de aplicaciones móviles descargadas en un tableta de Apple. La pequeña de 6 años cursa el segundo año de básica en el Colegio Internacional SEK, en el norte de Quito, donde desde hace un año y medio se estimula el aprendizaje táctil de los alumnos de educación inicial con iPads. La inserción en la educación móvil es uno de los objetivos de este centro educativo, fundado en 1892 en 20 países alrededor del mundo. “Aunque no se reemplazan por completo los libros y cuadernos, los más pequeños tienen acceso a iPads en sus horas de clase”, recalca María Augusta Almeida, coordinadora de recursos tecnológicos de la institución. Almeida, junto a Enrique Navas, director del colegio, decidieron cambiar el modelo de estudio: cuentan con 120 iPads y 65 pizarras digitales. De los 940 estudiantes de la institución educativa, 400 alumnos de educación inicial pueden utilizar las tabletas de Apple para estudiar en el aula. “Los más grandes pueden traer sus propias tabletas, pero la inversión del colegio está orientada a los más pequeños, para garantizar la inserción tecnológica desde temprana edad”, destaca Navas. El día de clases comienza a las 08:00. Mientras los alumnos ingresan a sus aulas, el profesor baja hasta la biblioteca, donde Luis Villarroel, el encargado del lugar, los recibe. En este espacio, además de estantes y libros ordenados, hay ‘carritos’ que guardan las tabletas de la institución. Son una especie de refrigeradoras pequeñas con 30 divisiones que sincronizan las 120 tabletas a una estación principal u ordenador. Con solo una ID y desde una Mac Book Pro, ubicada detrás del mostrador de Villarroel, él actualiza a través de iTunes las aplicaciones de todos los iPads. En lo que va del año lectivo, las tabletas tienen 23 aplicaciones pagadas. “No utilizamos las gratuitas porque son una limitante dentro del aprendizaje de los niños, pues solo cuentan con demos de presentación”, dice Villarroel. Para comprar una aplicación, el docente analiza en su casa el servicio más adecuado para dictar su materia. Una de las aplicaciones elegidas por Guido Villareal, profesor de inglés, fue ABC Phonics Short Vowel, una ‘app’ que ayuda a escuchar la fonética correcta de las palabras en inglés. Villareal ingresa a la biblioteca y solicita a Villarroel las tabletas. El encargado de la biblioteca abre el ‘carrito’ y verifica si los iPads están cargados al100%. Revisa sus estuches rojos y las enumeraciones de las tabletas antes de entregarlas. Villareal sale de la biblioteca e ingresa al aula de segundo de básica. Después de un saludo corto en inglés, el docente comienza la clase. Sujeta el iPad en sus manos y, paso a paso, explica a sus alumnos cómo encender la tableta y abrir la aplicación correcta. Juan Diego Albuja atiende y sigue los pasos de su profesor. Sentado frente a Villareal, el estudiante de 6 años abre ABC Phonics Short Vowel para aprender cómo se escribe en cursiva las palabras en inglés. Luego de escuchar el sonido que emite la aplicación, Juan Diego asienta su dedo índice sobre la pantalla y comienza a formar letras. Sin despegar la mirada del iPad y después de haber acertado cuatro veces palabras diferentes, Juan Diego sonríe y dice que con el iPad es fácil aprender. Después de una hora de clases, en la cual también se puede utilizar la pizarra digital como herramienta de enseñanza, el docente interrumpe la diversión de los pequeños. Los hace cerrar la aplicación y apagar la tableta. Sofía Morales coloca sus cinco dedos en el centro de la pantalla y los abre rápidamente, pero sin despegar sus dedos de la tableta. Con este movimiento, la alumna de 6 años sabe que podrá acceder a la interfaz inicial del iPad y apagarlo.Villareal devuelve el aparato a la biblioteca. A las 16:00 acaba el período escolar de los pequeños, quienes acuden a sus casas a realizar las tareas. A Angelimar se le hace entretenido y descomplicado usar la tableta en su hogar. Lo aprendió de su hermano, de 11 años, con quien comparte un iPad en casa. La infraestructura tecnológica en el establecimiento educativo Hace un año y medio se compraron 40 tabletas. Actualmente tienen 120. La elección de la marca responde a la garantía de calidad, según su director. La institución cuenta con conexión Wi-Fi. Dependen de la dinámica de la materia, los estudiantes también utilizan las tabletas en los espacios verdes. Las 65 pizarras digitales se compraron hace 6 años. A través de su ‘software’, el docente puede enviar al iPad la información que se escribió en la pizarra.